viernes, 30 de septiembre de 2005

Learning in therapy.


Nunca pensé que la visita a la analista podría llegar a ser tan interesante.
Lo primero que me gustó de su consultorio fue una cantidad de cuadros de personajes que tienen un lugar importante en este blog. Como ser Dalí, Miró, Kandinsky.
Al sentirme tan cómoda, empecé a hablar de Magritte y su cuadro "El terapista", que es aquél en el que a un hombre que tiene en su pecho una jaula abierta, salen palomas. Y no sé como terminé contándole la historia morbosa de "Los amantes" (aquellos que tienen la cara tapada con un lienzo).

En un momento, la signora pregunta:

- ¿Ocupación Fulana?
- Estudiante... de Derecho.
- Ay! (se sujeta la cabeza), qué desperdicio!


Noooooooooo, fue el dedo en la llaga.

Cuando me estaba yendo, un cuadrito de Klee saludaba al lado de la puerta. Y como dato de color, la psicoloca me preguntó si conocía a "JUGENBASER", y la "inoranta" qué dijo?: "Qué lo qué?!"

Hundertwasser es un pintor alemán que sostenía que las líneas rectas eran antinaturales. Como verán en sus obras, no existe ese tipo de trazo.
Incluso diseño una casa en Alemania, la Kunt-hauss, cuyas terminaciones son todas curvas. Bizarro.

Elegí estas dos obritas por la poesía de uno de sus títulos y los colores. Me gustan los colores.
Una de las más inspiradas obras de Hundertwasser: La tierra de Irina sobre los Balcanes, Roma, Noviembre 1969. La ancestral identificación de la mujer con la tierra, con la Magna terra, la Mater tellus clásica resurge acaso entre las líneas de la mujer humana que se funde la telúrica amplitud de espiraladas formas verdes.














Lágrimas horizontales y verticales de un hombre sobre el cual brilla el sol y cae la sombra, Giudecca, Marzo 1966. En esta obra pueden apreciar el constante motivo de las espirales y la habilidad de Hundertwasser para componer imágenes de una intensa música visual.



Ojalá lo disfruten.



Alicia.-

Instrucciones.

INSTRUCCIONES PARA ENTENDER TRES PINTURAS FAMOSAS.


El amor sagrado y el amor profano, por TIZIANO.


Esta detestable pintura representa un velorio a orillas del Jordán. Pocas veces la torpeza de un pintor pudo aludir con más abyección a las esperanzas del mundo en un Mesías que brilla por su ausencia; ausente del cuadro que es el mundo, brilla horriblemente en el obsceno bostezo del sarcófago de mármol, mientras el ángel encargado de proclamar la resurrección de su carne patibularia espera inobjetable que se cumplan los signos. No será necesario explicar que el ángel es la figura desnuda, prostituyéndose en su gordura maravillosa, y que se ha disfrazado de Magdalena, irrisión de irrisiones a la hora en que la verdadera Magdalena avanza por el camino (donde en cambio crece la venenosa blasfemia de dos conejos). El niño que mete la mano en el sarcófago es Lutero, o sea, el diablo. De la figura vestida se ha dicho que representa la Gloria en el momento de anunciar que todas las ambiciones humanas caben en una jofaina; pero está mal pintada y mueve a pensar en un artificio de jazmines o un relámpago de sémola.



La dama del unicornio, por RAFAEL.

Saint-Simon creyó ver en este retrato una confesión herética. El unicornio, el narval, la obscena perla del medallón que pretende ser una pera, y la mirada de Maddalena Strozzi fija terriblemente en un punto donde habría fustigamientos o posturas lascivas: Rafael Sanzio mintió aquí su más terrible verdad.
El intenso color verde de la cara del personaje se atribuyó mucho tiempo a la gangrena o al solsticio de primavera. El unicornio, animal fálico, la habría contaminado: en su cuerpo duermen los pecados del mundo. Después se vio que bastaba levantar las falsas capas de pintura puestas por los tres enconados enemigos de Rafael: Carlos Hog, Vincent Grosjean, llamado «Mármol», y Rubens el Viejo. La primera capa era verde, la segunda verde, la tercera blanca. No es difícil atisbar aquí el triple símbolo de la falena letal, que a su cuerpo cadavérico une las alas que la confunden con las hojas de la rosa. Cuántas veces Maddalena Strozzi cortó una rosa blanca y la sintió gemir entre sus dedos, retorcerse y gemir débilmente como una pequeña mandrágora o uno de esos lagartos que cantan como las liras cuando se les muestra un espejo. Y ya era tarde y la falena la habría picado: Rafael lo supo y la sintió morirse. Para pintarla con verdad agregó el unicornio, símbolo de castidad, cordero y narval a la vez, que bebe de la mano de una virgen. Pero pintaba a la falena en su imagen, y este unicornio mata a su dueña, penetra en su seno majestuoso con el cuerno labrado de impudicia, repite la operación de todos los principios. Lo que esta mujer sostiene en sus manos es la copa misteriosa de la que hemos bebido sin saber, la sed que hemos calmado por otras bocas, el vino rojo y lechoso de donde salen las estrellas, los gusanos y las estaciones ferroviarias.




Retrato de Enrique VIII de Inglaterra, por HOLBEIN

Se ha querido ver en este cuadro una cacería de elefantes, un mapa de Rusia, la constelación de la Lira, el retrato de un papa disfrazado de Enrique VIII, una tormenta en el mar de los Sargazos, o ese pólipo dorado que crece en las latitudes de java y que bajo la influencia del limón estornuda levemente y sucumbe con un pequeño soplido. Cada una de estas interpretaciones es exacta atendiendo a la configuración general de la pintura, tanto si se la mira en el orden en que está colgada como cabeza abajo o de costado. Las diferencias son reductibles a detalles; queda el centro que es ORO, el número SIETE, la OSTRA observable en las partes sombrero-cordón, con la PERLA-cabeza (centro irradiante de las perlas del traje o país central) y el GRITO general absolutamente verde que brota del conjunto. Hágase la sencilla experiencia de ir a Roma y apoyar la mano sobre el corazón del rey, y se comprenderá la génesis del mar. Menos difícil aún es acercarle una vela encendida a la altura de los ojos; entonces se verá que eso no es una cara y que la luna, enceguecida de simultaneidad, corre por un fondo de ruedecillas y cojinetes transparentes, decapitada en el recuerdo de las hagiografías. No yerta aquel que ve en esta petrificación tempestuosa un combate de leopardos. Pero también hay lentas dagas de marfil, pajes que se consumen de tedio en largas galerías, y un diálogo sinuoso entre la lepra y las alabardas. El reino del hombre es una página de historial, pero él no lo sabe y juega displicente con guantes y cervatillos. Este hombre que te mira vuelve del infierno; aléjate del cuadro y lo verás sonreír poco a poco, porque está hueco, está relleno de aire, atrás lo sostienen unas manos secas, como una figura de barajas cuando se empieza a levantar el castillo y todo tiembla. Y su moraleja es así: «No hay tercera dimensión, la tierra es Plana, el hombre repta. ¡Aleluya! ». Quizá sea el diablo quien dice estas cosas, y quizá tú las crees porque te las dice un rey.




del Manual de instrucciones de "Historias de Cronopios y de Famas", de Julio Cortázar.-



Muchas veces leí el relato pero sin las imágenes era complicado de entender. Bueno, acá facilito las mismas.



Alicia.-

miércoles, 28 de septiembre de 2005

Cruces.


Yo he visto cruces de palo.



Yo he visto cruces de palo
A lo largo del camino
Aquel que muere en el campo
No lo olvida el campesino

Yo he visto cruces de palo a la orilla del camino

Le cantan los chalchaleros
Como eligiendo sus trinos
Su nombre nadie lo supo
Pero no es descocido

Yo he visto cruces de palo a la orilla del camino

Flores del campo soleado
Con sus pétalos marchitos
Quedan mirando a la cruz
Y el viento lleva un suspiro

Yo he visto cruces de palo a la orilla del camino

Si lo ha apretao un caballo
O en duelo fue mal herido
Si se canso el corazón
O en la nieve se ha dormido

Yo he visto cruces de palo a la orilla del camino

Muerte de aquel que camina
Por el último camino
Tiene una cruz y un recuerdo
Pegao a los sembradíos

Yo he visto cruces de palo a lo largo del camino





foto de mi amigo personal Minino, tomada en la mitad del camino entre Bariloche, de donde el sucesor de Doisneau (como él mismo se autodenomina) es oriundo, y el Bolsón.
El fusionó su foto y la canción de Atahualpa, y pensó en este blog, por lo cual me propongo hacerlo "famoso" con la publicación de la fotografía. Gracias Mini!!!

canción de Atahualpa Yupanqui.-

sábado, 24 de septiembre de 2005

Una palabra: Belleza.















Una palabra.


Una palabra no dice nada
y al mismo tiempo lo esconde todo
igual que el viento que esconde el agua
como las flores que esconde el lodo.

Una mirada no dice nada
y al mismo tiempo lo dice todo
como la lluvia sobre tu cara
o el viejo mapa de algún tesoro.

Una verdad no dice nada
y al mismo tiempo lo esconde todo
como una hoguera que no se apaga
como una piedra que nace polvo.

Si un día me faltas no seré nada
y al mismo tiempo lo seré todo
porque en tus ojos están mis alas
y está la orilla donde me ahogo,
porque en tus ojos están mis alas
y está la orilla donde me ahogo.



letra y música de Carlos Varela.-
imágenes del poeta y pintor francés Jean Michel Folon.-




Nota de la editora: La canción fue una de las cosas más lindas del viernes. Un hallazgo. Recomiendo ampliamente su descarga. Es muy bella.
Lo de Folon también proviene de un encuentro del viernes. Ojalá guste.



Alicia.-

viernes, 23 de septiembre de 2005

Del lado de acá

Es un baño limpio. Tan limpio que parece digno de una publicidad de algún producto de limpieza. En ese mismo baño se cometió un crimen. Pero no hay cadáver.
Un escritorio. Papeles varios, la taza de café a medio tomar, el cenicero sin colillas, y una máquina de escribir. Trabajo atrasado probablemente.
Todas suposiciones. Pautas que permiten una serie de interrogantes al punto de llegar a jugar un ping-pong de preguntas y respuestas consigo mismo.
De esto se trata el trabajo de Thomas Demand. Su capacidad lúdica es asombrosa. Las imágenes son escenarios de la vida cotidiana; un baño, una habitación, una cama con las sábanas revueltas. Pero hay algo extraño.
Sus realidades están completamente construidas en papel. Entonces es ahí cuando abrimos la boca grande como hipopótamos, pero Sr. Lector ciérrela rápido, porque en boca cerrada no entran moscas.
Demand utiliza una interesante técnica conocida como “realidad construida”. Se dedica a reproducir en escala imágenes que encuentra o que él mismo capta, y las recrea en papel. Sí, sí, una vez más, la sábana es de papel. Y el baño también.
Nunca más acertada la frase, “Nada es lo que parece”.
Así es como un edificio puede no parecernos un edificio. En su obra, Heidi Specker transforma las fachadas de sus moles de cemento en cuadros netamente cubistas, y es entonces cuando el frente de una casa se asemeja a una pintura de Mondrian.
La fotógrafa alemana recurre a la técnica de impresión a chorro de tinta para lograr un efecto esfumado de la realidad captada. Más allá de las paredes y ventanas, los colores y las formas alteradas simulan pinceladas en un pedazo de lienzo.

Sin embargo más anodina es la obra de Susanne Brügger. Contemporánea de Demand y Specker, el trabajo de Brügger consiste en tomas aéreas de la ciudad de París. Un París gris, árido; un No-París. Las mismas están realizadas desde la Torre Eiffel, debido a lo cual el nombre que da a la serie de fotografías es “Gustav”, por su creador.
El blanco y negro dan un aspecto fantasmagórico de las imágenes robadas. Brügger desintegra una imagen madre, en varios hijos, a los cuales independiza y luego vuelve a mancomunar en una especie de rompecabezas geopolítico. Se puede intentar quizás una lectura de simbologías en la urbanidad parisina, pero nada resulta menos atrayente.

Limitada quizás por un espacio real, y temerosa de que el espejo no se vuelva blando para poder traspasarlo hacía un espacio imaginario, Alicia intenta jugar del otro lado, donde una realidad esfumada y de papel, la esperan.


La muestra “Espacio Real – Espacio Imaginario” sobre fotografía alemana contemporánea, en la que exponen Demand, Specker y Brügger, puede apreciarse en la Fundación Telefónica, Arenales 1540, hasta el 23 de Octubre de 2005. Entrada libre y gratuita.



Para ver más www.leedor.com

miércoles, 21 de septiembre de 2005

Flores.

" Podrán cortar todas las flores, pero no detendrán la primavera."



foto de Richard Kalvar.-
frase de Pablo Neruda.-

domingo, 18 de septiembre de 2005

Sólo 20 centavos.




A pesar de la sala sucia y oscura,
de gentes y de lámparas luminosas,
si quiere ver la vida color de rosa
eche veinte centavos en la ranura.

Y no ponga los ojos en esa hermosa
que frunce de promesas la boca impura;
eche veinte centavos en la ranura
si quiere ver la vida color de rosa.

El dolor mata, amigo,
la vida es dura, la vida es dura.
Y ya que usted no tiene
ni hogar ni esposa, ni hogar ni esposa,
eche veinte centavos en la ranura
si quiere ver la vida color de rosa.




fragmento de "Eche veinte centavos en la ranura" de Raúl González Tuñón.-
foto autor desconocido.-

Pena chiquita. Pena enorme.

A veces
hasta me da vergüenza de llorar,
pensando en lo pequeña que es mi pena
ante la enorme pena universal.

¿Qué es mi dolor de triste yiradora
ante el de aquellos que no tienen pan?
-Lugar común, cursilería, pero
realidad, dolorosa realidad-.

Quiero ser fuerte sin claudicaciones,
-bien sé que es vana mi lamentación-,
alzo la voz para cantar y quiebran
los sollozos de mi voz.



poema de Clara Beter.-
foto de Sebastiao Salgado.-

L´amour...



La sociedad odia a los que no son más que amantes porque se dedican a un placer sin expiación.


Ramón Gómez de la Serna.-
cuadro de Marc Chagall.-

jueves, 15 de septiembre de 2005

Otra vez llueve y...




Existe un hombre que tiene la costumbre de pegarme con un paraguas en la cabeza.


"Existe un hombre que tiene la costumbre de pegarme con un paraguas en la cabeza. Justamente hoy se cumplen cinco años desde el día en que empezó a pegarme con el paraguas en la cabeza. En los primeros tiempos no podía soportarlo; ahora estoy habituado.
No sé cómo se llama. Sé que es un hombre común, de traje gris, algo canoso, con un rostro vago. Lo conocí hace cinco años, en una mañana calurosa. Yo estaba leyendo el diario, a la sombra de un árbol, sentado en un banco del bosque de Palermo. De pronto, sentí que algo me tocaba la cabeza. Era este mismo hombre que, ahora, mientras estoy escribiendo, continúa mecánica e indiferentemente pegándome paraguazos."



fragmento del relato "Existe un hombre que tiene la costumbre de pegarme con un paraguas en la cabeza" de Fernando Sorrentino, escritor argentino.-
foto de autor desconocido.-

jueves, 8 de septiembre de 2005

La foto que falta.



Estoy emocionada.

Probablemente diga lo que siento con menos palabras de las que me gustaría. Y seguro, no seré lo suficientemente clara para expresarme.

No tengo una foto. La foto que tanto busco, y que me gustaría compartir está en el MNBA (Museo Nacional de Bellas Artes).

Vengo de ver la muestra "Una Argentina", del fotógrafo Lucio Boschi.
A esto me refería. Me faltan las palabras para definirla porque todo es una imagen. Una imagen sencilla y por demás bella, que llega.

Esta son las palabras de Boschi que "sintetizan" la temática de la muestra:


"Un campesino tiene que caminar cuatro o cinco kilometros para buscar agua y un señor que tiene agua en su casa no encuentra motivo para salir a caminar.
Cada realidad tiene su beneficio y su dificultad"

"Los rasgos fundamentales que definen a estas personas son la capacidad de simplificar la existencia cotidiana y de interpretar su ritmo no como una medida sino como una forma de existir en la tierra
."


Una de las fotos más bellas, y que más sentí, fue la de Doña Evarista Rodriguez, que junto con su testimonio de vida, se transforman en la cereza del postre.

Transcribo sus palabras, que espero lleguen más que las mías.


"La vida en el campo es de lucha y fuerza. La gente anda viajando de a pie, cerro arriba y cerro abajo, con sus llamitas, unos cuantitos perros, soledad y nada más.
A mí me criaron tomando leche de cabra y durmiendo sobre los cueros. Ahora cultivo flores, estatis, virreinas y gladiolos, los llevo a la feria y los vendo o los cambio por charqui; también tejo, busco leñita y preparo la comida, de todo se hacer, floja no soy.
Paso el día trajinando de aquí para allá, con poco me conformo, tengo mi coquita, mi manta, contenta voy.
Hace años más me cayo el rayo y la Pacha me salvó, eso me dió corajeza.
Siempre le pido a la Pachamama que proteja a mis guaguitas, a mis animalitos y a mí. Soy voluntariosa para cuidarle la tierra, le doy de comer, esa es mi costumbre. En otro tiempo, vinieron con distintas creencia a querer convencernos, nos decían salvajes, pero ellos son los salvajes por rigorearnos y querer obligarnos a cambiar. Todo hay que respetar.
A mi Pachamama no la voy a soltar me digan lo que me digan.
Aunque me trague la piel de mi cuerpo, a mi Pacha no voy a soltar.
Yo soy gente de antes.
Así es nomás."


Testimonio de Doña Evarista Rodriguez, Jujuy, 2005.-
La muestra puede disfrutarse hasta el 2 de Octubre, en el MNBA, 2do. piso, en la fotogalería.
Imperdible.
Si querés ver la foto que falta, pasate por acá: http://www.leedor.com/notas/1349---lucio_boschi.html

miércoles, 7 de septiembre de 2005

Por lo menos tenemos la música.

Ayer tuve la oportunidad de vivir la resucitación de Bill Evans. Fui a un homenaje, por el 1/4 de siglo transcurrido desde su desaparición física, y amerita hacer la aclaración, porque les puedo jurar que ayer Bill estaba en la sala.
Un pianista, un contrabajista y un baterista se encargaron de la magia.



Para quienes residen en la Jungla de Cemento (léase Cap. Fed.), el ciclo JAZZOLOGIA del Centro Cultural San Martín es fantástico. Dejo el link para que los interesados se empapen en el tema, y no se lo pierdan. Se trata del mejor jazz nacional, e inclusive internacional, todos los martes del mes, a las 20:30.
Y encima por amor a la música, GRATIS.

http://ccgsm.gov.ar/



Como no podía dejar de ilustrar de alguna forma esta foto, a continuación, uno de los relatos de "Un tal Lucas" con el que me siento más identificada.



LUCAS, SUS DESCONCIERTOS.



Allá por el año del gofio Lucas iba mucho a los conciertos y dale con Chopin, Zoltan Kodaly, Pucciverdi y pare qué te cuento Brahms y Beethoven y hasta Ottorino Respighi en las épocas flojas.
Ahora no va nunca y se las arregla con los discos y la radio o silbando recuerdos, Menuhin y Friedrich Gulda y Marian Anderson, cosas un poco paleolíticas en estos tiempos acelerados, pero la verdad es que en los conciertos le iba de mal en peor hasta que hubo un acuerdo de caballeros entre Lucas que dejó de ir y los acomodadores y parte del público que dejaron de sacarlo a patadas. ¿A qué se debía tan espasmódica discordancia? Si le preguntás, Lucas se acuerda de algunas cosas, por ejemplo la noche en el Colón cuando un pianista a la hora de los bises se lanzó con las manos armadas de Khatchaturian contra un teclado por completo indefenso, ocasión aprovechada por el público pare concederse una crisis de histeria cuya magnitud correspondía exactamente al estruendo alcanzado por el artista en los paroxismos finales, y ahí lo tenemos a Lucas buscando alguna cosa por el suelo entre las plateas y manoteando pare todos lados.
-¿Se le perdió algo, señor? -inquirió la señora entre cuyos tobillos proliferaban los dedos de Lucas.
-La música, señora -dijo Lucas, apenas un segundo antes de que el senador Poliyatti le zampara la primera patada en el culo.
Hubo asimismo la velada de lieder en que una dama aprovechaba delicadamente los pianissimos de Lotte Lehman pare emitir una tos digna de las bocinas de un templo tibetano, razón por la cual en algún momento se oyó la voz de Lucas diciendo: "Si las vacas tosieran, toserían como esa señora", diagnóstico que determinó la intervención patriótica del doctor Chucho Beláustegui y el arrastre de Lucas con la cara pegada al suelo hasta su liberación final en el cordón de la vereda de la calle Libertad.
Es difícil tomarle gusto a los conciertos cuando pasan cosas así, se está mejor at home.





Julio Cortázar.-
foto de Guy Le Querrec.-

domingo, 4 de septiembre de 2005

A cucharaditas.
















La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.



Jaime Sabines.-

:aviso:

Tengo que subir los respectivos textos para estas imágenes, que ya tengo pensados, pero tengo que buscar. De todos modos, no quería privarlos de la labor de Eduardo Recife. Una suerte de braun multipractic.
Pueden ver algo de su trabajo por acá. Lo fotográfico también es muy bueno.
Adieu!
alicia.-

Balada.





BALADA DE LA PIEDRA QUE LLORA


La muerte se muere de risa pero la vida
se muere de llanto pero la muerte pero la vida
pero nada nada nada.

Alejandra Pizarnik.-
dibujo de Eduardo Recife.-

Clases de corazón.






Clases de corazón


Abierto en dos / como el plano general de una sandía / el corazón de los seres humanos / se divide a su vez en otros dos corazones: / el izquierdo y el derecho / pero no es eso / precisamente / lo que lo vuelve apasionante / lo que lo vuelve apasionante es que la suya / es una historia que no cansa / que no acaba / un hombre puede dejar de fumar / de ir al cine / guardar los zapatos debajo de la cama / pero no puede hacer nada con la historia / que lleva en el corazón.

El corazón de los seres humanos / es un poco duro / y un poco blando / depende de la tierna infancia / de los versos dichos y escuchados / y de las veces que haya sido utilizado para fabricar la famosa mermelada del amor.

En tiempos de Umar ben Ibrahim / señor de las estepas / si caías en combate / el enemigo te abría en dos / como un bolsillo / y te comía el corazón / Umar ben Ibrahim decía de la vida / que todo el tiempo se está gastando y afilando / gastando y afilando.

El corazón de los gorilas / puede ser fácilmente confundido / con el corazón de los camellos / sin embargo existen serias diferencias / el de los gorilas está tallado por unos surcos que lo envuelven como un matambre / son los famosos llamados de la selva.

El corazón de los niños es azul / azul de verdad / lustroso / fresco / como una fruta pelada.

El corazón de las bicicletas se parece al corazón de los caballos / se los quiere o no se los quiere / sucede a primera vista / en un instante.

El corazón de las lágrimas es inmóvil / y brillante / cuando pesan más de lo debido ruedan por las mejillas de los hombres / el corazón de las lágrimas es inaudible / transparente / la sed se las chupa / cuando estallan.

El corazón de los amantes / nunca se calla / habla todo el tiempo / no se cansa de preguntar / ¿esos ojitos esa boquita preciosa / preguntan / de quién son? / es el corazón más delicioso / si se cae salta un gato / y lo devora.

Y para terminar está el de los muertos / el corazón de los muertos no vuelve / no puede volver / primero se seca / después se le congelan los pies / se van quedando solos / no saben qué hacer / terminan convertidos en palabras / y las palabras / pasan a formar parte del plano general del universo.

Y para terminar por segunda vez / está mi propio corazón / que recuerda al puño cerrado de un niño enojado / a una pelota del número dos / a un bollo de papel / es tan parecido a mí que podría ser mi doble / si me lo encontrara por la calle lo reconocería / nos hemos dado todo / el uno al otro / quiero decir que cuando suena el teléfono / o veo a la patria alejarse desde la ventana del avión / o escribo la página del sábado / el puño del niño sale / disparado.




Daniel Salzano.-
dibujo de Eduardo Recife.-

jueves, 1 de septiembre de 2005

Idiotas. Vos y yo.

Hay que ser realmente idiota para...

Hace años que me doy cuenta y no me importa, pero nunca se me ocurrió escribirlo porque la idiotez me parece un tema muy desagradable, especialmente si es el idiota quien lo expone.
Puede que la palabra idiota sea demasiado rotunda, pero prefiero ponerla de entrada y calentita sobre el plato aunque los amigos la crean exagerada, en vez de emplear cualquier otra como tonto, lelo o retardado y que después los mismos amigos opinen que uno se ha quedado corto. En realidad no pasa nada grave pero ser idiota lo pone a uno completamente aparte, y aunque tiene sus cosas buenas es evidente que de a ratos hay como una nostalgia, un deseo de cruzar a la vereda de enfrente donde amigos y parientes están reunidos en una misma inteligencia y comprensión, y frotarse un poco contra ellos para sentir que no hay diferencia apreciable y que todo va benissimo. Lo triste es que todo va malissimo cuando uno es idiota, por ejemplo en el teatro, yo voy al teatro con mi mujer y algún amigo, hay un espectáculo de mimos checos o de bailarines tailandeses y es seguro que apenas empiece la función voy a encontrar que todo es una maravilla. Me divierto o me conmuevo enormemente, los diálogos o los gestos o las danzas me llegan como visiones sobrenaturales, aplaudo hasta romperme las manos y a veces me lloran los ojos o me río hasta el borde del pis, y en todo caso me alegro de vivir y de haber tenido la suerte de ir esa noche al teatro o al cine o a una exposición de cuadros, a cualquier sitio donde gentes extraordinarias están haciendo o mostrando cosas que jamás se habían imaginado antes, inventando un lugar de revelación y de encuentro, algo que lava de los momentos en que no ocurre nada más que lo que ocurre todo el tiempo.



fragmento del texto "Hay que ser realmente idiota para..." de Julio Cortázar.-
cuadro de René Magritte.-

Dónde?





BUSCAR.


No es un verbo sino un vértigo. No indica acción. No quiere decir ir al encuentro de alguien sino yacer porque alguien no viene.




Alejandra Pizarnik.-
montaje de Eduardo Recife.-

Volver a empezar.





VOLVER A EMPEZAR.


No es para tanto. Te ayudaré. Recoge los granos de maíz.
Los cantos rodados. Las cartas, aquel pañuelo rojo,
la hoja del diario atrasado donde se ofrece un empleo,
un poco de arena o de tierra, la cuenta del hotel y la
maleta desfondada. Te has quedado mucho tiempo
de pie, sin tocar el timbre. Eso es todo.



poema de Edgar Bayley, "El Día", 1969.-
foto de Eduardo Recife.-

Hombre.





Los dos hombres.


La suma de mis actos
explica toda la idiotez del mundo,
gestos inútiles, gozos inestables,
toda la vida que pulula en torno
del hombre exterior que determina mis actos
me asemeja a lo inconsciente, inexplicable
vida de las bestias.
Pero a veces en un minuto fugaz,
en un instante que asuela mi mente,
el hombre interior siempre pegado a mis entrañas
adivina el absurdo de todas mis empresas,
entonces, sin llanto que me auxilie,
como un único hombre frente a una tierra
enemiga,
creo que la angustia que me invade
explica toda la soledad del mundo.




poema de Osvaldo Rossler.-
foto de Larry Towell.-