Es un baño limpio. Tan limpio que parece digno de una publicidad de algún producto de limpieza. En ese mismo baño se cometió un crimen. Pero no hay cadáver.
Un escritorio. Papeles varios, la taza de café a medio tomar, el cenicero sin colillas, y una máquina de escribir. Trabajo atrasado probablemente.
Todas suposiciones. Pautas que permiten una serie de interrogantes al punto de llegar a jugar un ping-pong de preguntas y respuestas consigo mismo.
De esto se trata el trabajo de Thomas Demand. Su capacidad lúdica es asombrosa. Las imágenes son escenarios de la vida cotidiana; un baño, una habitación, una cama con las sábanas revueltas. Pero hay algo extraño.
Sus realidades están completamente construidas en papel. Entonces es ahí cuando abrimos la boca grande como hipopótamos, pero Sr. Lector ciérrela rápido, porque en boca cerrada no entran moscas.
Demand utiliza una interesante técnica conocida como “realidad construida”. Se dedica a reproducir en escala imágenes que encuentra o que él mismo capta, y las recrea en papel. Sí, sí, una vez más, la sábana es de papel. Y el baño también.
Nunca más acertada la frase, “Nada es lo que parece”.
Así es como un edificio puede no parecernos un edificio. En su obra, Heidi Specker transforma las fachadas de sus moles de cemento en cuadros netamente cubistas, y es entonces cuando el frente de una casa se asemeja a una pintura de Mondrian.
La fotógrafa alemana recurre a la técnica de impresión a chorro de tinta para lograr un efecto esfumado de la realidad captada. Más allá de las paredes y ventanas, los colores y las formas alteradas simulan pinceladas en un pedazo de lienzo.
Sin embargo más anodina es la obra de Susanne Brügger. Contemporánea de Demand y Specker, el trabajo de Brügger consiste en tomas aéreas de la ciudad de París. Un París gris, árido; un No-París. Las mismas están realizadas desde la Torre Eiffel, debido a lo cual el nombre que da a la serie de fotografías es “Gustav”, por su creador.
El blanco y negro dan un aspecto fantasmagórico de las imágenes robadas. Brügger desintegra una imagen madre, en varios hijos, a los cuales independiza y luego vuelve a mancomunar en una especie de rompecabezas geopolítico. Se puede intentar quizás una lectura de simbologías en la urbanidad parisina, pero nada resulta menos atrayente.
Limitada quizás por un espacio real, y temerosa de que el espejo no se vuelva blando para poder traspasarlo hacía un espacio imaginario, Alicia intenta jugar del otro lado, donde una realidad esfumada y de papel, la esperan.
La muestra “Espacio Real – Espacio Imaginario” sobre fotografía alemana contemporánea, en la que exponen Demand, Specker y Brügger, puede apreciarse en la Fundación Telefónica, Arenales 1540, hasta el 23 de Octubre de 2005. Entrada libre y gratuita.
Para ver más www.leedor.com
Un escritorio. Papeles varios, la taza de café a medio tomar, el cenicero sin colillas, y una máquina de escribir. Trabajo atrasado probablemente.
Todas suposiciones. Pautas que permiten una serie de interrogantes al punto de llegar a jugar un ping-pong de preguntas y respuestas consigo mismo.
De esto se trata el trabajo de Thomas Demand. Su capacidad lúdica es asombrosa. Las imágenes son escenarios de la vida cotidiana; un baño, una habitación, una cama con las sábanas revueltas. Pero hay algo extraño.
Sus realidades están completamente construidas en papel. Entonces es ahí cuando abrimos la boca grande como hipopótamos, pero Sr. Lector ciérrela rápido, porque en boca cerrada no entran moscas.
Demand utiliza una interesante técnica conocida como “realidad construida”. Se dedica a reproducir en escala imágenes que encuentra o que él mismo capta, y las recrea en papel. Sí, sí, una vez más, la sábana es de papel. Y el baño también.
Nunca más acertada la frase, “Nada es lo que parece”.
Así es como un edificio puede no parecernos un edificio. En su obra, Heidi Specker transforma las fachadas de sus moles de cemento en cuadros netamente cubistas, y es entonces cuando el frente de una casa se asemeja a una pintura de Mondrian.
La fotógrafa alemana recurre a la técnica de impresión a chorro de tinta para lograr un efecto esfumado de la realidad captada. Más allá de las paredes y ventanas, los colores y las formas alteradas simulan pinceladas en un pedazo de lienzo.
Sin embargo más anodina es la obra de Susanne Brügger. Contemporánea de Demand y Specker, el trabajo de Brügger consiste en tomas aéreas de la ciudad de París. Un París gris, árido; un No-París. Las mismas están realizadas desde la Torre Eiffel, debido a lo cual el nombre que da a la serie de fotografías es “Gustav”, por su creador.
El blanco y negro dan un aspecto fantasmagórico de las imágenes robadas. Brügger desintegra una imagen madre, en varios hijos, a los cuales independiza y luego vuelve a mancomunar en una especie de rompecabezas geopolítico. Se puede intentar quizás una lectura de simbologías en la urbanidad parisina, pero nada resulta menos atrayente.
Limitada quizás por un espacio real, y temerosa de que el espejo no se vuelva blando para poder traspasarlo hacía un espacio imaginario, Alicia intenta jugar del otro lado, donde una realidad esfumada y de papel, la esperan.
La muestra “Espacio Real – Espacio Imaginario” sobre fotografía alemana contemporánea, en la que exponen Demand, Specker y Brügger, puede apreciarse en la Fundación Telefónica, Arenales 1540, hasta el 23 de Octubre de 2005. Entrada libre y gratuita.
Para ver más www.leedor.com
4 comentarios:
Raro es el mundo, si. Trataremos de ir.
Un beso!
Raro es el mundo, si. Trataremos de ir.
Un beso!
Alicia, lei lo que escribiste en esa pág, sobre la muestra en el Borges. Qué pena no haberlo sabido antes, estuve hasta ayer mismo en Olivos, muy cerquita...
...fui al Malba, si hubiera sabido también hubiera ido a la exposición de la que hablaste :(
Pero bueno... es muy lindo. Esto también.
Un beso! JU
Parece que todo está hecho de cartao, hasta nuestros pensamientos...
la verdad es que sos más original que el mesmo Demand...
Hasta la próxima!
Francio
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