- Un boleto del 101 que me tomé en marzo de 2003 con alguien.
- Una flor de papel de Ralph Lauren que alguna vez tuvo olor a perfume.
- Un ticket de cine del Showcase Belgrano.
- 2 tickets del San Martín de cuando iba a jazzología.
- Un papel con la vieja dirección de un amigo, escrita por él.
- Otro papelito de turnos del consultorio de mi papá donde anoté el número de mi profesora de francés y amiga.
- Idem tipo de papel que del lado de atrás anoté: “Mi diagnóstico es sencillo: sé que no tengo remedio./ Si quiere ver la vida color de rosa/ Eche veinte centavos en la ranura.”
- Una foto 4x4 de mi abuelo paterno con traje de marinero, que atrás con su letra dice: “A nuestros tíos con todo cariño, José y Teresa”
- Otro ticket de cine de cuando fui a ver “El último beso” (película italiana) a la función de las 3 de la tarde, y tenía sentado a mi lado un chico que me gustó mucho. Eramos 10 en la sala.
- Un paquete de “Skittles” que son unos caramelitos de fruta que yo no comí, pero el envoltorio está chatito chatito y no sé por qué lo tengo.
- Otro envoltorio de una barrita de chocolate Fel-fort.
- Un panfleto de la calle, con la firma de un tarambana.
- Otro boleto de colectivo, distinta línea, 59 esta vez, por 2 personas.
- Un recorte de diario alargado sobre Cortázar.
- Un billete de un dólar bahamense que me regaló mi primo el último día que lo ví, y que es muy lindo porque tiene pececitos y caracoles.
- Un papel que con la letra de mi abuelo paterno (el finadito) que dice: “Libertad 243, loc 17, Sr. Carlos. (traza una raya) Quaglia saluda al Sr. Carlos y le recomienda a Laurita que necesita reposición de pila, atte, Q.”-
* Rayuela, de Julio Cortázar.