viste esos libritos pedorros, finitos y con máximo 2 cuentos de Alianza Cien que salían $1 por allá en los tiempos de los dólares?
bueno, resulta que mi padre tenía una colección de la que me fui apropiando de algunos que me interesaban.
entre ellos, tengo uno de Arlt que tiene un cuento "Noche terrible", que se transformó en la lectura oficial de mis viajes en colectivo y que sirve de remedio cuando me agarra la fobia y quiero saltar de la unidad en pleno movimiento.
"mi diagnóstico es sencillo: sé que no tengo remedio" decía Betinotti.
te transcribo las palabras esas que ayer quería y no podía porque el tiempo se me escurría.
"Transcurría siestas interminables, despatarrado como un cerdo en fuentes más vastas que los lagos de Palermo, y cargadas de pequeñas montañas rusas de tallarines. Cuando me acuciaba el deseo, por valles de lomos de ternera, avanzaba hasta una especie de catedral de crema de leche y sambayón congelado. Bajo una cúpula de crema de chocolate, en una nívea cama de repostería, me aguardaba Julia. Caía en sus brazos, luego me apartaba y en un crepúsculo verdoso de roquefort, lento como un gusanazo avanzaba hacía una loma de ravioles o un monte de ñoquis.
Tales eran las perspectivas intelectuales que decorarían mi existencia junto a Julia. No alardearé de ser un hombre delicado, pero no puedo ocultar que casarme con Julia en esa circunstancia me producía más repugnancia que convertirme del día a la noche en dependiente de una carnicería."
- fragmento del cuento "Noche terrible", de Roberto Arlt. (uno de mis favoritos!)
* foto de Henri Cartier Bresson. (otro de mis favoritos!)
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