miércoles, 9 de mayo de 2007

el regalo de Hans.

* lo que Hans me debía...



Allá arriba, en el cielo, las cortinas ondularon,
las cortinas ondularon, las cortinas ondularon y
Mona Lisa entró por un extremo de una pequeña sala
en la que colgaban muchas cortinas.
Allá arriba, en el cielo, las cortinas ondularon,
ondularon, ondularon y el Buda entró en la sala por el
otro extremo.
Se sonrieron.

Spencer Holst (1926-2001)











*Hans, my dear: pensar que por este medio nos hemos conocido tanto, no quiero dejar de agradecerle su bellísimo regalo, para el cual ud. prometió un texto y yo lo espero. tantísimas gracias, querido!

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