Leopoldo se fue el año pasado a Holanda y me trajo unas bellas fotos de regalo.
Cuando ví ésta, no pude evitar pensar en el poema de Benedetti, "Hombre que mira la luna", y me encontré en la disyuntiva de subirlo o no.
Don Mario llegó a mi vida circa 1994, yo tenía unos 13. Por ese entonces, necesitaba una táctica y una estrategia. Quería sin lugar a dudas, un cómplice y todo.
Más grande, me dí cuenta que Mario y sus inventarios eran figurita repetida. Y me enoje, así sin más.
Esta es una oportunidad para reivindicarlo, y apreciar la serena foto de mi amigo.
HOMBRE QUE MIRA LA LUNA
Es decir la miraba porque ella
se ocultó tras el biombo de nubes
y todo porque muchos amantes de este mundo
le dieron sutilmente el olivo
con su brillo reticente la luna
durante siglos consiguió transformar
el vientre amor en garufa cursilínea
la injusticia terrestre en dolor lapizlázuli
cuando los amantes ricos la miraban
desde sus tedios y sus pabellones
satelizaba de lo lindo y oía
que la luna era un fenómeno cultural
pero si los amantes pobres la contemplaban
desde su ansiedad o desde sus hambrunas
entonces la menguante entornaba los ojos
porque tanta miseria no era para ella
hasta que una noche casualmente de luna
con murciélagos suaves con fantasmas y todo
esos amantes pobres se miraron a dúo
dijeron no va más al carajo selene
se fueron a su cama de sábanas gastadas
con acre olor a sexo deslunado
su camanido de crujiente vaivén
y libres para siempre de la luna lunática
fornicaron al fin como dios manda
o mejor dicho como dios sugiere.
- la foto es de Leopoldo.
- el poema de Mario Benedetti.-
3 comentarios:
WHAT?! bueno, no sé, pero la foto es de esas que sirven para desaparecer un poco, como si nos hubieran escurrido unas papas fritas encima y nos hubieran dejado traslúcidos... pintoresco no es, pero así uno pierde esta opacidad molesta y es más sencillo perderse, como el señor se pierde en el cielo o yo me pierdo en su foto o vos te perdés en este mensaje o yingleping se pierde en su blog, que de paso no existe, y de esta manera, todos perdidos.
que grande Don Mario!
a mi también me paso recibir a Benedetti por esas edades. Táctica y estrategia, Corazón coraza, No te salves... como palabras que se conjugaban durante las preliminares de historias que todavía no habían sucedido.
Pero por aquel tiempo uno no sabía qué hacer con tanto contenido, dónde ubicarlo, cómo incorporarlo.
Simplemente lo tomaba "prestado" y agradecía el encuentro... como con tu blog ahora, mientras es domingo de estudio y recreos.
Slds.
A mi me pasó lo mismo con el Don; por los mismo años de vida, con unos años previos de diferencia la desilución, enojo, frustración. Pero le guardo ese cariño tal como su lugar en mi biblioteca. Y es la vecina orilla siempre queda ahí nomás.
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