domingo, 20 de agosto de 2006

Yo soy una señora.



Yo soy una señora: tratamiento
arduo de conseguir, en mi caso, y más útil
para alternar con los demás que un título
extendido a mi nombre en cualquier academia.

(...)


Soy más o menos fea. Eso depende mucho
de la mano que aplica el maquillaje.

(...)


Sé que es obligatorio escuchar música
pero la eludo con frecuencia. Sé
que es bueno ver pintura
pero no voy jamás a las exposiciones
ni al estreno teatral ni al cine-club.

Prefiero estar aquí, como ahora, leyendo
y, si apago la luz, pensando un rato
en musarañas y otros menesteres.

Sufro más bien por hábito, por herencia, por no
diferenciarme más de mis congéneres
que por causas concretes.

Sería feliz si yo supiera cómo.
Es decir, si me hubieran enseñado los gesto,
los parlamentos, las decoraciones.

En cambio me enseñaron a llorar. Pero el llanto
es en mí un mecanismo descompuesto
y no lloro en la cámara mortuoria
ni en la ocasión sublime ni frente a la catástrofe.

Lloro cuando se quema el arroz o cuando pierdo
el último recibo del impuesto predial.









- fragmento del poema "Autorretrato" (poema completo) de Rosario Castellanos, poeta mexicana.
la foto es de Brassaï.-

2 comentarios:

Chiquilín de Bachín dijo...

Está bárbaro.

Carla dijo...

Esa foto siempre me dio escalofríos, pero no puedo dejar de mirarla.