"Era cierto que Traveler dormía poco, en mitad de la noche suspiraba como si tuviera un peso sobre el pecho y se abrazaba a Talita que lo recibía sin hablar, apretándose contra él para que la sintiera profundamente cerca. En la oscuridad se besaban en la nariz, en la boca, sobre los ojos, y Traveler acariciaba la mejilla de Talita con una mano que salía de entre las sábanas y volvía a esconderse como si hiciera mucho frío, aunque los dos estaban sudando; después Traveler murmuraba cuatro o cinco cifras, vieja costumbre para volver a dormirse, y Talita lo sentía aflojar los brazos, respirar hondo, aquietarse."
* fragmento del capítulo 44 de Rayuela, de Julio Cortázar.
- dibujo de Daniel Egneus, un dibujante habitué de la casa.
4 comentarios:
no se
me agarró melancolía
No recordaba este capítulo...
Me gustó mucho.
qué hinchabolas dormir con traveler.
sí, que es un capítulo encantador.
y no sé si es hinchabolas o no dormir con traveler, pero supongo que en verano, cuando hace un frío polar espantoso, es horrible dormir con cualquiera.
hasta con uno mismo.
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