miércoles, 13 de septiembre de 2006

No atiendas el teléfono.


La telefonista, pobre chica, que había sido ultrajada, sin poder soportar la vergüenza y la humillación, decidió morir: se ahorcó anudándose al cuello el hilo del teléfono, con una llamada de larga distancia.


Muerte de una telefonista, de “Cuentos del exilio”, Antonio Di Benedetto.-



2 comentarios:

O_o dijo...

"Un sueño persistente que tengo es este: yo subo escaleras. En cierto momento me detengo, pero no tengo la posibilidad de descender. Tengo que seguir adelante. Adelante está el vacío. Me lanzo. Me lanzo y me toma el agua, y el agua me envuelve. Es un agua dibujada, transparente: desde abajo tiene vegetación que sube. Es un agua que me invita. Yo no sé si estoy ahogado o por ahogarme. Cuando yo pienso en ese sueño veo que esa agua es el símbolo de la vida. Cada vez que me caigo me toma, lo que me toma es la vida, porque vuelvo a subir escaleras y a caer y a subir."

Antonio Di Benedetto, sobre la muerte en una entrevista.


























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Pasate cuando quieras.




salú-.

laura dijo...

ya pasé,
la próxima llevo masitas a la hora de la leche.