Escuchando el presente.
En la plenitud de la noche, el esposo
se vuelve hacia la esposa dormida
cuando en la cerrada oscuridad escucha
el asedio de la antigua aflicción: el tiempo
clavando en la mitad de la almohada
una promesa de aniquilación. Pero ella
está allí, un centro vivo
que no se aisla en su respiración
y que transmite a la materia circundante,
-la pulsación de la sábana, latidos en el aire-
la certeza de un presente amado e inviolable.
Entonces se inclina, se deleita en el instante
y deposita el sufrimiento
en la desolación del futuro.
Joaquín Gianuzzi.-
cuadro de Gustav Klimt, "Adamo ed Eva".-
viernes, 12 de agosto de 2005
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